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"El diseño es un gesto medioambiental"

Tytti Thusberg diseinatzailea.

La diseñadora Tytti Thusberg.

  • Birziklatutako materialez egindako soinekoa.

    Vestido creado a partir de materiales reciclados.

  • Segurtasun uhalez egindako zorroa.

    Bolso realizado con cinturones de seguridad.

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La diseñadora finlandesa Tytti Thusberg defiende la moda ética. La moda ecológica, sostenible. Ella recoge materiales y los recicla para crear ropa y complementos. Los suyos son diseños originales, únicos y duraderos.

Trabaja en el barrio donostiarra de Egia. Allí tiene su taller, donde almacena cables, cinturones de seguridad, máscaras de quirófano o envoltorios de chocolatina. Los utiliza para crear vestidos, faldas, bolsos o camisas.


¿Qué es Slow Fashion?
“Slow Fashion” es mi filosofía como diseñadora y creadora. Los diseñadores no trabajan según las temporadas, sino cuando estén listos y tengan algo que decir.  No estaán sujetos a los acelerados ciclos de la moda. La base consiste en resaltar la esencia y tener una identidad propia marcada. Se trata de moda ética, ecológica, respetando el proceso de fabricación, con producciones locales.  Involucra al consumidor, la filosofía es comprar poco pero especial y heredable, con diseño atemporal y vinculado a la personalidad de cada uno. Ser fiel a la propia identidad y hacerla durar en el tiempo. Ser honesto con la producción y justo en las compras. 


¿Qué le impulsó a crear diseños sostenibles?
En mi infancia, reutilizar materiales era bastante común. Mi abuela solía hacer jerséis de lana de punto. A veces deshacía algún modelo y utilizaba los hilos para otros diseños más modernos. Con los hilos sobrantes ella elaboraba gorros, bufandas, calcetines y manoplas. A mí me interesaba la costura desde pequeña. Mi madre me daba prendas antiguas, cortinas o sabanas viajas para crear lo que quisiera.  Utilizaba una máquina de coser antigua con pedal.
Cuando era adolescente, en los años 80, solía ir a las tiendas de secunda mano para  comprar prendas y customizarlas. En esa época, ir a las tiendas de secunda mano era algo bastante marginal y el termino de customización no existía. Esas tiendas eran para la gente con pocos recursos económicos y no para la gente cool.  

Mantuvo la misma tónica en su época universitaria…
En mis tiempos de estudios de modista (1988-1991) en el “Instituto de artes y oficios de Mikkeli” Finlandia  solía utilizar retales de tela para hacer prendas con la técnica pachwork. Una vez incluso hice un top artístico con cintas de casete. Naturalmente, no había oído del término de wearable art, y el concepto de reciclaje no había llegado en el conocimiento público.

En La Escuela Superior de Diseño (Universidad de ciencias aplicadas de  Kuopio, Finlandia)   en año 1995  hice el  trabajo de fin de carrera sobre el diseño y realización de un abrigo de fieltro a base de lana cardada finlandesa. Ya éramos conscientes de los asuntos ecológicos. Con ese diseño y manera de elaboración   logré relevancia en varios concursos y exposiciones, de los cuales lo más destacado es SIFA (Smirnoff International Fashion Awards), ganadora a nivel nacional, finalista internacional en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.  

¿Cuándo empezó a trabajar con materiales de deshecho?
Dejé Finlandia el año 1996 y me instalé en Donostia. Alquilé un estudio en el centro de arte contemporáneo Arteleku y continué con la creación de fieltro. Sin embargo, cada vez me interesaba más la expresión artística. Empezaba a experimentar con materiales de desecho y crear esculturas que tenían forma de vestido.  Cada escultura tenía su propia historia y simbolismo.  En el año 2004 realicé un proyecto artístico llamada “Moda Lenta-Slow Fashion” con la ayuda de la Diputación Foral de Gipuzkoa. No sabía que existía este tipo de a nivel internacional. El hecho de que yo llevara a cabo la misma reivindicación al mismo tiempo no es una casualidad. Creo que a mucha gente le ha surgido la misma inquietud a la vez, el mundo está muy globalizado y tenemos información mediante internet en cualquier lugar del mundo.

Por lo tanto, puedo decir que en el campo de moda ética llevo desde mis tiempos de estudios. El concepto de moda ética está en auge y es más actual que nunca. Para mi es la única manera de producir nuevos productos.


Sostenibilidad y Reutilización son conceptos muy en boga en otros campos. Cree que en el ámbito de la moda también deberíamos cambiar nuestros hábitos de consumo? ¿Por qué?
El mundo de la moda actual es muy consumista, cada época trae nuevas tendencias y las del año pasado se quedan viejas, aunque estén en perfectas condiciones. No estoy en contra del diseño bueno, sino contra el sistema que desgasta excesivamente el medioambiente y no tiene en cuenta los derechos de los trabajadores. De hecho, un buen diseño es un gesto medioambiental. Si la ropa está hecha de buenos materiales y tiene un buen diseño, tiene mucha vida.
Creo que las condiciones de los trabajadores en las fábricas de textil tendrían que mejorar mucho, tanto en la seguridad como en los salarios. La fabricación de textiles tendía que estar mejor controlado. Hoy en día ya somos conscientes de los impactos de la producción textil, internet ayuda mucho en esta tarea. Presión del público a través de distintas campañas de sensibilidad son fundamentales.

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