Imanol Ossa trabajando.
Guardabarros de una vieja bicicleta.
Lámpara construída a partir de una batería vieja.
Lámpara creada a partir de las teclas de un piano.
El zumaiarra Imanol Ossa lleva cerca de 20 años reciclando objetos, vistiendo con luces cosas que se va encontrando en los basureros, dándoles otra posibilidad. Vive en Barcelona, desde allí nos ha contado los pormenores de su trabajo.
¿Qué motivo le impulsó a orientar sus creaciones hacia la reutilización?
Hace 20 años, cuando terminé de estudiar Diseño de Interiores, pensé; ¿Para qué voy a empezar a diseñar más objetos? ¡El mundo está lleno de cosas! Partiendo de ese pensamiento y fiel a mi militancia ecologista, empecé a reciclar en el ámbito del diseño, a trabajar con una ética o concepto. En el campo del arte ya se usaban materiales reciclados, pero en el diseño todavía no.
¿Por qué eligió la luz para vestir sus obras?
No sé exactamente por qué, pero con el tiempo me he dado cuenta de que tiene sentido iluminar los residuos que vamos dejándole al mundo, así cobran visibilidad. Además, la luz es algo que todos necesitamos. Gracias a ello he podido convertir esto en mi modo de vida.
¿Dónde encuentra los objetos que más tarde transforma en diseños únicos?
Al principio los encontraba en la calle. He solido trabajar con los chatarreros desmontando lavadoras. Ahora sigo haciendo este tipo de cosas, pero menos. Últimamente encuentro objetos en los mercadillos o tiendas de segunda mano. Los amigos y conocidos también me guardan cosas que ya no necesitan.
La verdad, antes no había actividad reseñable en el ámbito del reciclaje. Ahora, sin embargo, hay iniciativas interesantes. Plataformas como Truke son muy importantes, para dejar de estimagtizar los objetos de segunda mano y hacer que su uso sea natural. Este nuevo mercado que impulsa la reutilización no perjudica al medio ambiente, y no supone gran consumo energético.
¿Cómo le llega la inspiración?
La inspiración me la proporciona el propio material. No tiene nada que ver diseñar desde la nada con trabajar con un material que ya existe. Aunque parezca una locura, yo digo que “hablo con el material”. Es el material el que me dice la forma o el movimiento que necesita. Si no surge el diálogo, lo saco a la calle, para que otra persona tenga la oportunidad de darle vida.
En los últimos tiempo, el arte y el diseño han asumido un rol importante en la lucha contra el consumismo desmedido. ¿Cree que esto está logrando una mayor concienciación social?
Sí, creo que esta “lucha” es muy importante. Pero no tiene que ser impositiva. No funciona así. Las personas tienen que asumir el compromiso de cambiar su forma de pensar, y ser conscientes de la responsabilidad que tienen con el medio ambiente. Al fin y al cabo, el poder es de las personas, nosotras decidimos qué comprar, dónde comprar, qué comer...
Entre otros, participa en el Festival Internacional de Reciclaje Artístico Drap Art. ¿Cree que son necesarias iniciativas como esta? ¿Por qué?
Sí, son proyectos interesantes, porque logran crear conciencia. A veces, sin embargo, parece que consumir es bueno. Porque como creativos creamos material. Lo importante es consumir menos y reducir la generación de residuos, si no, la pérdida de energia es impresionante.
¿Cuáles son las próximas citas importantes de su agenda? ¿Tiene alguna exposición a la vista?
Ahora tengo intención de reciclar mi recorrido y mis ideas. Parar un poco, dejar de crear objetos continuamente.... Después de pasar 20 años reciclando, me gustaría detener un poco la rueda de la sociedad. De momento no tengo exposiciones a la vista, para poder enseñar cosas hay que crear cosas nuevas. Estoy en barbecho, en el estado en el que hay que dejar a la tierra para que se recupere.
Si quieres saber más, visita la web de Imanol Ossa.